El Banco de España no prevé una recesión pero afirma que ha aumentado la probabilidad de que suceda
El Banco de España mantiene su escenario central de crecimiento económico, pero ha advertido de que la posibilidad de que se registre una corrección de la actividad económica ha aumentado en los últimos meses, en un contexto de elevada inflación persistente y la prolongación de la guerra en Ucrania.
En la presentación del Informe de Estabilidad Financiera, el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, Ángel Estrada, ha señalado a un aumento de la probabilidad de que se produzca una contracción económica, si bien ha recalcado que el escenario base para el país sigue siendo de crecimiento, después de la revisión a la baja que realizó de sus perspectivas macroeconómicas.
«En nuestro escenario central no se prevé recesión, pero sí que es cierto que la probabilidad es mayor», ha asegurado. El informe recoge un incremento de los riesgos para la estabilidad financiera con respecto a abril, cuando se publicó el anterior análisis. Para el supervisor, el principal riesgo son los vinculados a las tensiones geopolíticas, en particular a la evolución de la guerra en Ucrania, que genera una extraordinaria incertidumbre sobre el crecimiento de la actividad real y sobre la persistencia del episodio inflacionista actual.
También señala la persistencia de tasas de inflación elevadas, el endurecimiento de las condiciones financieras, el mantenimiento de determinadas distorsiones o cuellos de botella por el lado de la oferta, la reducción de la confianza de los agentes y la existencia de un elevado grado de incertidumbre contribuyeron a un debilitamiento de la actividad en el tercer trimestre de este año.
En este contexto, el Banco de España ha avisado de que la elevada inflación está aumentando la presión financiera soportada por los hogares, especialmente los de menor renta, y por las empresas, sobre todo las más endeudadas. En el caso de los hogares, el Banco de España estima que la inflación media acumulada en 2021 y 2022 supondría un aumento promedio del gasto de los hogares endeudados en bienes no duraderos del 3,9% de su renta, siendo el impacto cercano al 10% para el quintil de familias de menor renta.
«La evidencia disponible apunta a que los hogares que cuentan con un colchón de liquidez más holgado estarían absorbiendo el impacto de la inflación mediante un menor ahorro, sin modificar su gasto en otras partidas. Por el contrario, los hogares que cuentan con una liquidez más escasa (mayoritariamente, los de rentas bajas) estarían compensado el aumento de los precios mediante la disminución de su gasto en bienes no energéticos», ha apuntado el organismo.
La mayor inflación ha supuesto que los bancos centrales hayan iniciado el camino hacia la normalización monetaria, con subidas de los tipos de interés oficiales que ya han empezado a trasladarse al coste de la financiación de las empresas y de los hogares españoles, elevando su carga financiera y reduciendo los recursos disponibles para su consumo e inversión.
Si bien la traslación de las subidas de tipos al coste medio de la deuda ha sido «modesta», el Banco de España espera que se intensifique en los próximos trimestres, afectando en mayor medida a la capacidad de repago de las deudas de las familias. En concreto, el organismo estima que un aumento del Euríbor de 300 puntos básicos incrementaría los gastos financieros netos de los hogares endeudados en un importe equivalente al 2,3% de su renta, lo que elevaría en 3,9 puntos porcentuales el porcentaje de hogares con deuda con carga financiera neta elevada (cuando los gastos suponen más del 40% de la renta), hasta el 13,8%.
El Banco de España ha resaltado que todos estos efectos serían más intensos para los hogares endeudados de menor renta y señala que el Euríbor a 12 meses ya ha subido cerca de 325 puntos básicos en 2022, por lo que el efecto que ello tendrá sobre la carga financiera de los hogares será algo mayor a los impactos mencionados. En el caso de las empresas, el organismo presidido por Pablo Hernández de Cos también prevé que se intensifique la traslación de tipos al coste medio de la deuda bancaria empresarial durante los próximos meses.
La previsión del Banco de España es que, con ascensos en los tipos de 300 puntos básicos, la ratio mediana de carga financiera de las empresas con deuda subirá entre 2,6 y 5,6 puntos porcentuales, lo que supondría que la proporción del total de la deuda corporativa en manos de empresas con presión financiera elevada, que se situaba en el 14,1% antes de esta perturbación, se incrementaría entre 5,2 puntos y 7,8 puntos.
Escenario adverso
El Banco de España revisó recientemente a la baja el crecimiento económico en el medio plazo por el impacto de una inflación «más alta y persistente de lo esperado», que además provocará que la recuperación sea menos intensa que la proyectada anteriormente.
Aunque el Banco de España contempla que, en el escenario central, la inflación en España se moderará hacia un nivel cercano al 2% en 2024, ha advertido de que una eventual intensificación de la guerra en Ucrania, que provocaría mayores distorsiones en el suministro energético de Europa, «podría propiciar encarecimientos adicionales de la energía y una inflación más acusada y más persistente que la anticipada».
Dicho escenario adverso repercutiría sobre la capacidad adquisitiva y la confianza de los agentes e incidiría negativamente sobre sus decisiones de gasto y sobre el empleo y la actividad, al tiempo que elevaría la probabilidad de un endurecimiento de las políticas monetarias a nivel global mayor de lo previsto hasta ahora o alteraciones adicionales en las cadenas de suministro.
«Si se materializaran algunos de los escenarios de riesgo
sobre la evolución económica comentados anteriormente, se podría producir una reducción de las rentas reales de los hogares a través del incremento del desempleo o de la mayor persistencia de la inflación, lo que agravaría su situación económica», ha constatado el Banco de España.
Asimismo, el informe alerta de que la fuerte desaceleración económica que se anticipa para los próximos trimestres «también podría impactar negativamente sobre la situación económica y financiera de las empresas, especialmente si se materializan los escenarios de riesgo sobre el crecimiento económico comentados».
Consolidación fiscal
En otro orden de cosas, el informe del Banco de España ha apuntado a la necesidad futura de medidas de consolidación para reducir el déficit de las Administraciones Públicas, con un aumento de los ingresos y/o un recorte de los gastos. En este sentido, ha alertado de que la ausencia de medidas de consolidación fiscal «situaría las finanzas públicas españolas en una posición de vulnerabilidad ante posibles escenarios de crisis o de aumentos en el coste de la deuda, tanto coyunturales como de más largo plazo».
Así, el supervisor ha señalado que la persistencia de un déficit estructural positivo continuaría presionando al alza sobre el nivel de endeudamiento público, al tiempo que el diferencial positivo entre el crecimiento del PIB nominal y el coste de la deuda tendería a estrecharse. «Todos estos factores -coyunturales y estructurales- tenderían a elevar el nivel de deuda pública y, por tanto, a reducir el margen para afrontar posibles escenarios de crisis futuros», ha avisado.
En cuanto a las medidas de política fiscal que se lleven a cabo en el contexto actual, el Banco de España ha incidido en que deben ser temporales y estar focalizadas, centrándose en los hogares de rentas más bajas y en las empresas más vulnerables a la perturbación.
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